La vida rueda sin descanso, el trabajo y el ritmo impuesto dejan pocos momentos para tomarse un téyalmendras. Este rato es el único para relajarme, para disfrutar del mundo y de la vida. Con la cabeza apartada de lo banal, del paso vital y el juicio del tiempo. Abstraído de todo… justo en este momento comprendo lo que soy, lo poco que importa lo que hace un rato tanto me preocupaba… Teyalmendras es la bitácora donde caben mis pensamientos; recogidos, alejados de la normalidad y la rutina…



miércoles, 22 de junio de 2011

Ciudad vacía



Me entrego y duermo,
sueño en la ciudad vacía,
semidesnuda…
aquí, el tiempo desfila sin futuro.

El silencio vaga abatido
por los quebrados ventanales,
mientras…
callan pretéritas las construcciones
desconchadas y grises.

Recelo en la calle desierta…
formas ocultas trafican
moralejas
y husmean obscenas
mis pensamientos confusos.

Bajo los pies llagados
se derrite tibio el asfalto…
densidad viscosa me prende,
en su voraz sombra de urbe.

Pataleo descontrolado, grito…

Advierto miradas distantes
que acuden agudas desde la nada,
susurrando…
 se clavan y amenazan,
supuran su infecta venganza.

Dentro,
retumba un presentimiento…
vuelvo sobre mi espalda
y corro ansioso...
oprimido mi corazón
 se rasga...
suplicando a gritos la luz
del dia.

2 comentarios:

  1. Con lo que me gusta disfrutar del silencio, esta ciudad vacía rompe todos mis esquemas. Resulta tan angustiosa que me ha ido atrapando la sensación de pesadilla de la cuál deseo escapar cuanto antes...
    Me encantó.
    Saludos

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  2. Es chernobil ? Agustioso poema.

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