Me muevo con
el futuro
y entre
verbos
pinto las antenas
calladas
danzando en la
mano del cielo
por escapar
aliviado a esta…
mi pereza
marchita.
Hondas las calles
ruedan infinitas
en su profundidad,
que es la tuya…
tráfico en
el que me escucho raro,
bajo la prisa despierta.
Placidos
los dulces colores
abrazan la atmósfera
y el musgo
verde
abstraído entre
las tejas,
algo más
allá…
un horizonte
incendiado
empuja graciosa
tu brisa litoral.
Perdido en
tu nombre
te pronuncio
una vez más,
atravieso el
rumor de los pájaros
que en tu hueca
ausencia me acompañan,
lejos…
lejos del
suelo.
Secuencias,
pedazos...
así
como la luz
avanza perseverante
en sus ciclos concretos,
viva
tras un segundero
maestro
que nos une…
y en muy
poco
se nos rompe
de nuevo.
¿Como
esquivar la sed?
correr tras
la suerte me enseño a esperar,
habitar el
orden de los días
para mirar
sin ver
y sentirte
así…
rayando
cercana la distancia.
Me muevo con
el futuro
y pinto las
antenas más altas,
arrinconando
deseos…
escapando a
esa pereza vacía
que no gana hoy
altura.
Aprieto las
manos
y surco
blando tus pensamientos,
el oficio de
amarte…
cuento en
mis dedos las nubes
e inclinado sobre
este borde imaginario
te pronuncio
una vez más.