Es la
anchura de un suspiro
lo que
descuido si sonríes,
hundido y pleno
en el aire
como la curva
vaga del cielo.
Desde tu
tarde amarilla
quisieras
verme tras la tela
pero solo
soy ruido,
mar de fondo
en la mirada
a tus nortes
trocados.
Se te parecen…
la paz del
viento
y sus
peatones dormidos,
la luz calmosa
de aquel parque grande.
Caen horas,
anuarios…
chascan las
hojas hasta romperse
y ágil con
ellas
voy
diluyendo mi voz.
Hoy se
esconde el tiempo
y ya no
puedo encontrarte,
huyes nunca y
cada vez…
entre la
curva vaga del cielo.
Si
despiertas resbalo
como alharaca
en el vientre…
abrazo dulce
en la cintura
que confunde
tu horizonte.