La vida rueda sin descanso, el trabajo y el ritmo impuesto dejan pocos momentos para tomarse un téyalmendras. Este rato es el único para relajarme, para disfrutar del mundo y de la vida. Con la cabeza apartada de lo banal, del paso vital y el juicio del tiempo. Abstraído de todo… justo en este momento comprendo lo que soy, lo poco que importa lo que hace un rato tanto me preocupaba… Teyalmendras es la bitácora donde caben mis pensamientos; recogidos, alejados de la normalidad y la rutina…



domingo, 17 de marzo de 2013

Caen horas, anuarios...

 
Es la anchura de un suspiro
lo que descuido si sonríes,
hundido y pleno en el aire
como la curva vaga del cielo.
 
Desde tu tarde amarilla
quisieras verme tras la tela
pero solo soy ruido,
mar de fondo en la mirada
a tus nortes trocados.
 
Se te parecen…
la paz del viento
y sus peatones dormidos,
la luz calmosa de aquel parque grande.
 
Caen horas, anuarios…
chascan las hojas hasta romperse
y ágil con ellas
voy diluyendo mi voz.
 
Hoy se esconde el tiempo
y ya no puedo encontrarte,
huyes nunca y cada vez…
entre la curva vaga del cielo.
 
Si despiertas resbalo
como alharaca en el vientre…
abrazo dulce en la cintura
que confunde tu horizonte.