La vida rueda sin descanso, el trabajo y el ritmo impuesto dejan pocos momentos para tomarse un téyalmendras. Este rato es el único para relajarme, para disfrutar del mundo y de la vida. Con la cabeza apartada de lo banal, del paso vital y el juicio del tiempo. Abstraído de todo… justo en este momento comprendo lo que soy, lo poco que importa lo que hace un rato tanto me preocupaba… Teyalmendras es la bitácora donde caben mis pensamientos; recogidos, alejados de la normalidad y la rutina…



jueves, 27 de diciembre de 2012

Cavados en luz


Cuerpos cavados en luz
hacen cola tras sus sueños,
cincelan mudos las sombras
y aguardan la savia al viento.
 
Espera…
ajetreo de un tiempo quieto
que los hace pintura,
demora ingenua por su lejano secreto.
 
Vuelan los años,
pasan limpios sobre sus formas
y buscan en tus ojos
el denso lastre de mirar atrás.
 
Cuerpos cavados en luz
hacen cola tras sus sueños,
cincelan mudos las sombras
y aguardan la savia al viento.
 
En un instante me pierdo
y soy costera oxidada…
horizonte desordenado
en cascadas de viento y mar.
 
Como huérfanos
ellos brindan su nombre entregándose al tiempo,
enjaulados en miradas…
atrapados siempre en su perfecto color.


sábado, 20 de octubre de 2012

... que las palabras te amen


Lanzo mis piedras al tiempo
y sueñas…
sueñas con labios de vino
y luz parada entre murallas.
 
Distantes…
bebemos juntos en la nada
y uncidas
nuestras calientes lenguas huyen,
escapan sin prisa a lomos de la palabra.
 
Salta a través de mí,
alumbra tus mundos sin tierra…
los vastos cielos sin gris.
 
Por detrás… las huellas,
las letras siempre son antes,
como aves mudas…
taimados dedos al tomarte.
 
Me gusta sembrar tu piel en blanco,
bordear tus lunares
y en cada verso ser espiral…
prisa libre por tu vientre.
 
¿… titubeas?
solo trata de creer,
anda serena bajo mi lluvia
y deja que a pocos
las desnudas palabras te amen.

domingo, 7 de octubre de 2012

Hoy...


 
Hoy las nubes ansían ser
animales imaginarios,
lechosos paseantes
que bromean con el tiempo.
 
Gira la noria
y sigues tras el espejo de un cielo
que amanece breve,
como un grito pensado sobre lo azul...


domingo, 23 de septiembre de 2012

Eterno ocupante

 
Tiemblan frívolos los días
deshojándose en su curso,
ambarinas urbes…
voces pálidas que heredan
el umbral de un simple soplo.
 
Quiero reír tras mi ropa,
tentarme y saber…
saber frenar la luz cuando se dobla
y  posarla a mis pies.
 
Cela ardiente la comedia
que me atrapa en su bagaje,
y torpe en ti…
resuello revoluciones.
 
Charcos…
quedan charcos de memoria
y un rumor futuro,
promesas de piedra que se olvidan
al lavarse con la lluvia.
 
A menudo…
descubro astros bajo tierra,
miradas en el metro
sacudiendo mis mañanas,
pupilas que implosionan limpias
absorbiéndome,
acogiéndome en su ruido.
 
Arrugas, soltura y destierro
de un funámbulo presente
que se seca perplejo…
así como un absorto espectador,
un eterno ocupante.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Agosto escapa

 
Vengo con presurosa pausa
de mi desgana afanosa,
perdido...
perdido en la frágil mirada de un cuerpo
que aún vaga entre las luces huecas del canal.
 
Repletas
las maletas quedan en ya nada
y yo...
yo solo arrastro vaporosos paisajes,
improntas
que ilustran lo saldado
mordiéndome así la memoria.
 
Enjambres eran mis planes
zumbando frente al estío,
chicos los días…
bajo los pies queda impreso el ruido,
connatural,
cerril y siempre hermoso.
 
A pocos
he de ocupar la jaula de los días,
claustrofóbica agenda sonora
de fieros despertadores
y atardecer en sombra…
 
Tropiezo...
tropiezo con las horas que se enredan
en este instante sin clima ni calma,
solo me queda el transito…
y un agosto mudo
que de puntillas escapa.

domingo, 5 de agosto de 2012

Secuencias


Me muevo con el futuro
y entre verbos
pinto las antenas calladas
danzando en la mano del cielo
por escapar aliviado a esta…
mi pereza marchita.

Hondas las calles
ruedan infinitas en su profundidad,
que es la tuya…
tráfico en el que me escucho raro,
bajo la prisa despierta.

Placidos
los dulces colores abrazan la atmósfera
y el musgo verde
abstraído entre las tejas,
algo más allá…
un horizonte incendiado
empuja graciosa tu brisa litoral.

Perdido en tu nombre
te pronuncio una vez más,
atravieso el rumor de los pájaros
que en tu hueca ausencia me acompañan,
lejos…
lejos del suelo.

Secuencias, pedazos...
así
como la luz avanza perseverante
en sus ciclos concretos,
viva
tras un segundero maestro
que nos une…
y en muy poco
se nos rompe de nuevo.

¿Como esquivar la sed?
correr tras la suerte me enseño a esperar,
habitar el orden de los días
para mirar sin ver
y sentirte así…
rayando cercana la distancia.

Me muevo con el futuro
y pinto las antenas más altas,
arrinconando deseos…
escapando a esa pereza vacía
que no gana hoy altura.

Aprieto las manos
y surco blando tus pensamientos,
el oficio de amarte…
cuento en mis dedos las nubes
e inclinado sobre este borde imaginario
te pronuncio una vez más.

domingo, 22 de julio de 2012

Pienso en tu jardín


Sigo espantando palomas
para desplegar mis brazos al tiempo
e imperfecto migrar con ellas,
tan ágil…
como este viento de julio en mis dedos.

Creo en la calma de altura,
huequecitos de un orden sin ciudad
con la chispa botánica de tu jardín,
lo busco
y a ratos… aves,
intersección y metáforas
que dominan el aire entre estatuas de sal
allí donde la voz asoma en la hierba.

Si abres tu jaula … no huiré,
te prefiero al cielo y las blancas nubes…
lejos
ya no podría ser vacío en ti,
solo insomnio crápula
y apresurado…
posada, asfalto y fina lluvia.

Dame el campo,
tus secretos…
cuentas blancas para saldar los giros,
los largos jadeos bajo el tilo del día
y un crujir de tierra seca.

Con la tarde…
caen las sombras y sorbo a sorbo
se empujan para callar,
así,
sembradas como lamparitas de papel
retemblando a capricho,
diluidas
en el prisma de nuestra historia.

domingo, 8 de julio de 2012

Llamas de celofán


Ardiente,
como un beso de fuego y paja
sobrevuelo firme tus fachadas
con llamas de celofán…
proféticas y decadentes
en la memoria acre
de este lugar tan herido así mismo.

Amargo y de bruces
se nos va el destino,
con el porte desconchado
 diluido en estrecheces…
enloquecido,
cae desde el métrico amaño
de estos poderosos insectos
que devoran sonrisas
mientras sucios y excitados
legislan su pornográfico veneno
sobre nuestros cuerpos
ingenuos y blandos.

Hoy,
labios morados y asambleas
defienden tus escuelas,
el trabajo y la ternura solidaria
que cimentamos desde las ruinas…
a la sombra de mil celdas,
orgía de pulgas sin urnas…
a la luz de la poesía,
de los sueños.

Escucho en ti
los pasos que cubren la plaza,
cultivados y curiosos
desmigando el vértigo de la avaricia
para aprender
que el miedo es solo un plan,
la trampa cruel
de quien se sabe ruin,
pálido y enfermo de mentira.

Sonríete,
sube al sol de mi terraza
y propágalo todo,
grita conmigo las cosas bellas
que tanto les atormentan…
versos sin parpado,
cotidianos y tallados
en el espacio amable
de quien se sabe
y se quiere siempre libre.

domingo, 24 de junio de 2012

Me dirás inquieto


Me dirás inquieto
pero no puedo evitar tu piel,
viajar rozando sus fascinantes formas
para alborotar cada uno de mis poros
y entrañarte
como las nubes huecas buscan el cielo.

Miro atrás…
ocupas la desnudez  del día,
el ágora de una idea
en la raya indiscreta del tiempo…
como una hoguera sobre mi arena,
luciérnaga perdida.

Lo sé,
cantar blando al oído es prenderte…
atrapar tu inocencia y hacerla treta,
despertarte los pecados
que duermen en el silencio de tu escote
y así surcar ebrio mi voluntad.

Volamos como aves sin aire
sentados en el balcón de la cama…
frente a arrabales de carne
que besan cada noche,
deshilando las esquinas prohibidas
sin dejar de perseguirnos.

Ya no hay alfombra con orilla
que no hayamos recorrido…
texturas
latidos profundos perdiéndose
en los vientres huecos de luz
y ruido.

Palmo a palmo
buscar es caer tras la cortina de fuego
con un temblor de tus labios,
las pupilas calizas que se clavan
desde dos cuerpos desordenados,
salinos y tibios
en el poniente absoluto
de nuestro estrecho colchón.

sábado, 9 de junio de 2012

Bosque helado


Te confundes
y corro a eclipsarme en mi bosque helado,
en los troncos huecos del tiempo
como el paradigma ausente de tu fértil legado.

Fronda, broza seca…
la espesura es ropaje y necesaria distancia,
profundidad desocupada
que lame con celo el rapsoda de viento.

Pienso en tu blanca mano,
en el amor y el miedo…
cuelgan ronzales tras la puerta
y a mi espalda
el cielo vela sobre un eterno bosque helado.

Ya germinan apologías mudas
en las comisuras de este cosmos mío…
en el celeste manglar,
transito, respiro, ensayo…
me inclino gozoso sobre los nidos
esperándote recordar.

Llega la tarde y estas en la brisa,
en la lumbre que tiñe tu piel de espejo…
te observo,
plegado en sombras
furtivo e inocente como la lluvia de verano
en la sed ronca de tu lengua.

Soy luz...

habito el grosor efímero de las ánimas,
entre la dulzura y los temores…
madurando al abrigo de un sueño
que no desea atropellarse más allá
de este...
mi latente bosque helado.