La vida rueda sin descanso, el trabajo y el ritmo impuesto dejan pocos momentos para tomarse un téyalmendras. Este rato es el único para relajarme, para disfrutar del mundo y de la vida. Con la cabeza apartada de lo banal, del paso vital y el juicio del tiempo. Abstraído de todo… justo en este momento comprendo lo que soy, lo poco que importa lo que hace un rato tanto me preocupaba… Teyalmendras es la bitácora donde caben mis pensamientos; recogidos, alejados de la normalidad y la rutina…



domingo, 8 de septiembre de 2013

Retiros del pecado


Ocultos... los retiros del pecado
gastan hoy los pasamanos,
recurrentes vaqueros cortos…
sed
y aquel sabroso  trapecismo bajo el brazo.
 
Bohemia sigues en la imaginación
de este aprendiz de palabras,
blanca sobre el paisaje mudo…
creyendo en mis burbujas de diminuta inmensidad.
 
Confieso que regreso
a esas plazas donde te invento
y brotas ágil…
a penas con arresto,
así como por última vez
tan blanca sobre el cuadro callado.
 
Prisas y pupilas lo ocupan todo
pero siguen su viento sin ver…
transeúntes despistados,
labios que ignoran mis notas
sobre tu piel clara y su tierno apólogo…
 
Retiros del pecado susurran…
rincones salvajes e invisibles
que te incitan…
te invitan a pasar descalza
por el confuso eje de la realidad.


domingo, 17 de marzo de 2013

Caen horas, anuarios...

 
Es la anchura de un suspiro
lo que descuido si sonríes,
hundido y pleno en el aire
como la curva vaga del cielo.
 
Desde tu tarde amarilla
quisieras verme tras la tela
pero solo soy ruido,
mar de fondo en la mirada
a tus nortes trocados.
 
Se te parecen…
la paz del viento
y sus peatones dormidos,
la luz calmosa de aquel parque grande.
 
Caen horas, anuarios…
chascan las hojas hasta romperse
y ágil con ellas
voy diluyendo mi voz.
 
Hoy se esconde el tiempo
y ya no puedo encontrarte,
huyes nunca y cada vez…
entre la curva vaga del cielo.
 
Si despiertas resbalo
como alharaca en el vientre…
abrazo dulce en la cintura
que confunde tu horizonte.


sábado, 2 de febrero de 2013

Pobre lunático


Díscolo…
como el sueño de un pobre lunático
escucho el golpe del agua
y encendido
pretendo en ti mi cielo hipnótico.
 
Mujer sin nombre
que cruzas libre los sueños,
háblame…
relata al aire tu aludida voz,
tu etéreo cuerpo proyectado.
 
Entre mi idea y tu piel
anidas…
palpitas muda,
vives dulce y enzarzada
arrebol de mis pupilas.
 
Callejear es algo que me hechiza,
buscarte en los ojos de las muchachas
que se cruzan y sonríen…
adivinar
tu limpia travesura en su mirada.
 
Viras siempre hacia levante,
a cada brote de mañana
tras el sol…
sabes que te busco,
perenne y emocionado
como el sueño fascinante de un lunático desnudo.