La vida rueda sin descanso, el trabajo y el ritmo impuesto dejan pocos momentos para tomarse un téyalmendras. Este rato es el único para relajarme, para disfrutar del mundo y de la vida. Con la cabeza apartada de lo banal, del paso vital y el juicio del tiempo. Abstraído de todo… justo en este momento comprendo lo que soy, lo poco que importa lo que hace un rato tanto me preocupaba… Teyalmendras es la bitácora donde caben mis pensamientos; recogidos, alejados de la normalidad y la rutina…



domingo, 22 de julio de 2012

Pienso en tu jardín


Sigo espantando palomas
para desplegar mis brazos al tiempo
e imperfecto migrar con ellas,
tan ágil…
como este viento de julio en mis dedos.

Creo en la calma de altura,
huequecitos de un orden sin ciudad
con la chispa botánica de tu jardín,
lo busco
y a ratos… aves,
intersección y metáforas
que dominan el aire entre estatuas de sal
allí donde la voz asoma en la hierba.

Si abres tu jaula … no huiré,
te prefiero al cielo y las blancas nubes…
lejos
ya no podría ser vacío en ti,
solo insomnio crápula
y apresurado…
posada, asfalto y fina lluvia.

Dame el campo,
tus secretos…
cuentas blancas para saldar los giros,
los largos jadeos bajo el tilo del día
y un crujir de tierra seca.

Con la tarde…
caen las sombras y sorbo a sorbo
se empujan para callar,
así,
sembradas como lamparitas de papel
retemblando a capricho,
diluidas
en el prisma de nuestra historia.

domingo, 8 de julio de 2012

Llamas de celofán


Ardiente,
como un beso de fuego y paja
sobrevuelo firme tus fachadas
con llamas de celofán…
proféticas y decadentes
en la memoria acre
de este lugar tan herido así mismo.

Amargo y de bruces
se nos va el destino,
con el porte desconchado
 diluido en estrecheces…
enloquecido,
cae desde el métrico amaño
de estos poderosos insectos
que devoran sonrisas
mientras sucios y excitados
legislan su pornográfico veneno
sobre nuestros cuerpos
ingenuos y blandos.

Hoy,
labios morados y asambleas
defienden tus escuelas,
el trabajo y la ternura solidaria
que cimentamos desde las ruinas…
a la sombra de mil celdas,
orgía de pulgas sin urnas…
a la luz de la poesía,
de los sueños.

Escucho en ti
los pasos que cubren la plaza,
cultivados y curiosos
desmigando el vértigo de la avaricia
para aprender
que el miedo es solo un plan,
la trampa cruel
de quien se sabe ruin,
pálido y enfermo de mentira.

Sonríete,
sube al sol de mi terraza
y propágalo todo,
grita conmigo las cosas bellas
que tanto les atormentan…
versos sin parpado,
cotidianos y tallados
en el espacio amable
de quien se sabe
y se quiere siempre libre.