La vida rueda sin descanso, el trabajo y el ritmo impuesto dejan pocos momentos para tomarse un téyalmendras. Este rato es el único para relajarme, para disfrutar del mundo y de la vida. Con la cabeza apartada de lo banal, del paso vital y el juicio del tiempo. Abstraído de todo… justo en este momento comprendo lo que soy, lo poco que importa lo que hace un rato tanto me preocupaba… Teyalmendras es la bitácora donde caben mis pensamientos; recogidos, alejados de la normalidad y la rutina…



sábado, 6 de agosto de 2011

Hacia la tormenta


Anochece con delicadeza, Clemente retorna a puerto en su oxidado vapor. Con el vaivén de las olas se crea un reflejo anaranjado, una débil luz dispersa que dora cálida la superficie del mar.

Las manos curtidas sobre el timón, la vista al frente… el marinero pronuncia sus arrugas en un gesto amargo y cambia violento el rumbo, de un solo golpe. La embarcación se inclina sobremanera… todo cruje y los aparejos de pesca se deslizan en cubierta chocando entre ellos. Clemente aspira su cigarrillo, aparenta tranquilidad pero sus ojos muestran una gran tristeza, heridas sucias, frágiles emociones batidas en afiladas costas…

Suena el motor atravesando lento el horizonte, ya casi oscuro, sin gaviotas, alejándose más y más de tierra firme…  Se aferra solo al olvido en la inmensidad del mar. En la cabeza desfilan viejas canciones, imágenes, el sabor dulce de los besos, el olor fresco de su ropa… por el cuerpo, solo un interminable escalofrió.

Ahora ya sabe que su querido barquito nunca volvera a ser amarrado en ningún puerto. Desde que el alma de Julia voló, nadie espera en el muelle con la caída de la tarde… Sabe que ya nuca tendrá la suerte de volver a hospedarse en la luz que desprendía su sonrisa.


Está convencido… solo queda buscar la más descomunal de las tormentas, piensa que únicamente allí podrá volver a encontrarse con ella.

7 comentarios:

  1. Qué valentía la de ser marinero. Me quito el sombrero ante ellos.

    Muchos besos, guapo.

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  2. Querido amigo, me ha encantado tu relato, íntimista, con los justos rodeos para llegar directo. Y ese final inesperado, como lo son todos los finales, me ha tirao los palos del sombrajo, cómo lo entiendo...
    Abrazos en la poesía y en la vida, nunca se sabe cuando llegará la gran tormenta en medio de la Mar...
    Maca.

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  3. Es curioso como nos guia el corazón cuando la mente deja de racionalizar y se permite ser inundada por el sentimiento del amor...

    Es inevitable sentir el dolor cuando el amor no nos espera...

    Un final tan trágico y tan romántico que pareciera que en esta época que vivimos es surrealista... pero yo me pregunto... hay algo mas cruel que vivir sin el amor de tu vida?
    ¿Hay algo mas hermoso que morir por ella?
    El marinero tenia todo cuando necesitaba para descansar con ella...el corazón y el alma... el mar,su barca y la no tardia tormenta...

    Precioso Teyalmendras...

    Un besito.

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  4. La última tormenta o la primera a su lado en otros mares. Juntos, como siempre, es lo único que importa.
    Hermoso :)

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  5. Con razón nunca fui marinera. soy cobarde!!!
    Ojalá la encuentre... :)

    Cariños
    http://labandasiguiotocando.blogspot.com/2011/08/no-pude-decir-que-no.html

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  6. Primooo, qué tal va el verano!. Mañana voy pa tu tierra. Estaré en casa de Patxi y Dulce, a ver si nos vemos!
    Besos!!

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