La vida rueda sin descanso, el trabajo y el ritmo impuesto dejan pocos momentos para tomarse un téyalmendras. Este rato es el único para relajarme, para disfrutar del mundo y de la vida. Con la cabeza apartada de lo banal, del paso vital y el juicio del tiempo. Abstraído de todo… justo en este momento comprendo lo que soy, lo poco que importa lo que hace un rato tanto me preocupaba… Teyalmendras es la bitácora donde caben mis pensamientos; recogidos, alejados de la normalidad y la rutina…



martes, 31 de mayo de 2011

Tarde de siesta



Tarde tórrida de pueblo,
persianas echadas…
un perro ladra en la plaza,
juro y maldigo…
saliva en la almohada.

El tiempo sonríe ignorado y…
ahí fuera, el sol hostiga pleno,
tañen campanas,
 las cinco…
otro revuelco en la cama.

Habitación oscura
sobre sabanas claras,
silencio denso…
todos descansan,
resbala el aire por las rendijas…
aire atrevido y fresco.

La media tarde se anuda lenta,
destila su pausa y pereza…
hastío caliente en las calles,
yo… me abandono,
me derrito velado
en el dulce placer de la  siesta.

6 comentarios:

  1. ¡¡¡QUÉ CALORRRRRRRRRR!!!
    me recuerda a una tarde en extremadura hace muchos años...
    botijo, botellin, sombra y siesta, pequeños placeres.
    Un abrazo.

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  2. Me ha entrado una morriña de tarde de verano al leer tu poema... Me ha encantado, me has llevado directamente a uno de esos días de quedarse pegado en la cama, en el sofá, o en la tumbona si hace falta.

    Un abrazo :)

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  3. ¡Qué envidia, qué ganas!

    Cae mi cuerpo, derrotado del cansancio, en la cama. Estoy espeso del calor.

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  4. Gracias por disfrutar de mi siesta...
    Saludos ;)

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  5. Santa siesta, que bien descrita. Un saludo.

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  6. Mmmmmm... Son las 12 de la noche y me gustaria echar una siesta...

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