Hoy el Sol trae la luz de tu mirada, un día especial como tu presencia… como tus palabras.
Quizás no sea tan útil la desproporcionada grandeza de lo palpable y si necesaria tu presencia cotidiana. El día a día que anuda lento la sensible complicidad de nuestras almas.
Almas que no destiñen trapos de pasión en su perpetuo goteo, en agonía tendidos bajo el sol.
Que no falten los momentos, que no nos falten las palabras, las miradas ni los besos… Que nunca me falten tus caricias, que nunca tenga que añorarte…
Me encanta todo lo referente al alma, es algo aparentemente separado de lo cotidiano, algo que se conserva y preserva alejado de las maldades mundanas y los grotesco del día a día.
ResponderEliminarDos almas entrelazas son como como los mellizos en el vientre materno, todo un mundo por y para ellos.