Te confundes
y corro a eclipsarme
en mi bosque helado,
en los
troncos huecos del tiempo
como el paradigma
ausente de tu fértil legado.
Fronda, broza
seca…
la espesura
es ropaje y necesaria distancia,
profundidad desocupada
que lame con
celo el rapsoda de viento.
Pienso en tu
blanca mano,
en el amor y
el miedo…
cuelgan ronzales
tras la puerta
y a mi
espalda
el cielo vela
sobre un eterno bosque helado.
Ya germinan apologías
mudas
en las comisuras
de este cosmos mío…
en el celeste
manglar,
transito, respiro,
ensayo…
me inclino
gozoso sobre los nidos
esperándote
recordar.
Llega la tarde
y estas en la brisa,
en la lumbre
que tiñe tu piel de espejo…
te observo,
plegado en sombras
furtivo e
inocente como la lluvia de verano
en la sed
ronca de tu lengua.
Soy luz...
habito el grosor efímero de las ánimas,
habito el grosor efímero de las ánimas,
entre la dulzura
y los temores…
madurando al
abrigo de un sueño
que no desea
atropellarse más allá
de
este...
mi latente bosque
helado.
Hola amigo, me ha encantado este bosque helado, es mágico el poema ...
ResponderEliminarentre la dulzura y los temores…
madurando al abrigo de un sueño..
Así es siempre...Felicidades..y que pases un lindo fin de semana en ese bosque helado, estancia de todos...Besos
Ojala tu lo derritieras con tu calor...
ResponderEliminarUn reque abrazo cariñoso :)
Hermoso tu bosque helado, querido Tey... Y cuando llegue el deshielo, ni te cuento lo que vas a disfrutar.
ResponderEliminarUn beso y un gusto leerte (llevabas tiempo 'escondido', así que, ahora que has vuelto, no te vayas) ;)
Ayer te había dejado un mensaje y no salió.
ResponderEliminarQue me encantó tu poesía,que me hizo navegar por tu bosque helado pero tan cálido,y entre sueños me quedé hechizada porque so un mago de las letras y nos pintas un cuadro de tu mundo al que podemos ingresar facilmente y disfrutar.
Gracias por compartir también, mi pequeño mundo y mis alados sueños.
Un beso grande de una ardilla de lazos blancos y alas interminables.
Que tal, Victor
ResponderEliminaremocionales y brumosos recuerdos en un bosque helado y centinela donde las fuerzas magicas del amor luchan contra el angel del olvido. Es genial todo lo que me transmite tu poesia.
Un abrazo, una rosa, un te y almendras.
Que profundida le imprimes a este hermoso poema, un frio recuerdo el que compartes, es un placer el deleitarme en tus letras saludos estelares desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarPrecioso poema al abrigo de un sueño.
ResponderEliminarAl abrigo de un sueño pasamos la vida.
Soñando superamos esos miedos que nos abruman y en ellos también somos capaces de entregar lo mejor de nosotros.
En nuestros sueños, hasta el bosque más helado del planeta puede proporcionarnos el calor de un recuerdo entrañable.
No dejes de soñar . No dejes de compartir tus sueños.
Un saludo
La cotidianeidad es a veces demasiado fria, no debieramos congelar además los sueños. Soñar nos aleja del estado vegetativo, del coma inducido,que nos alivia lo cotidiano.
ResponderEliminarMantenerlos latentes en el bosque helado es un trabajo demasiado costoso, corren peligro de congelación, como el alma, como el corazón.
Hasta en los más frondosos bosques el sol encuentra un claro por donde filtrar sus rayos...,descarado, sin pedir permiso va penetrando a través de las frondosas ramas que le impiden el paso, para regalar la tibieza que acaricia la piel y nos aleja del frio, y con su luz va dispersando los miedos.
Es importante dejarnos arrastrar a ese claro de vez en cuando, y disfrutar del sol cálido acariciandonos la piel, porque cada dia llega el ocaso, y entonces ya no podemos disfrutarlo.
No dejes que en tu bosque helado no se filtre el sol, dejarse llevar por su tibieza no puede ser malo.
Además me permito la licencia de dejarte esta frase, que siempre me ha gustado de Robert Frost:
"Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego, otros dicen que en el hielo. Por lo que yo he probado del deseo estoy con los que apuestan por el fuego. Pero si por dos veces el mundo pereciera creo que en cuanto a destrucción, también el hielo es grande y suficiente."
No dejes que los sueños se congelen. Te regalo un trocito de mi cálido sol valenciano.
Y te dejo unos besos mediterráneos.
Siempre que regreso a tu té con almendras, encuentro la tranquilidad de precisamente un bosque helado. Y la corteza se humedece con el alba.
ResponderEliminarUn beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuanta ternunra. Un gusto leerte :)
ResponderEliminarSaludos
Pd.-Perdón. Tuve que borrar el anterior por un error mecanográfico
Qué bonito!
ResponderEliminarMe encanta tu refugio.
Un bosque precioso donde el amor está por doquier.
ResponderEliminarun beso
maite
Un bosque cálido lleno de hermosos sentimientos se vislumbra en tus palabras, como un gélido beso o un roce tembloroso, que cala el alma.
ResponderEliminarHermoso poema, Teyal!
Me encanta venir a leerte.
Besitos de mariposa.
Entre la dulzura y los temores.... Vamos haciendo vereda, muy lindo Tey, me gusta ese bosque helado,.. besos :)
ResponderEliminarLa magia de los versos
ResponderEliminarque encadena emociones
a la vida,
un saludo
Paradójicamente el alma despierta al ingresar a este bosque helado! Gracias por dejarme transitarlo! Besos!
ResponderEliminarUn gusto leerte Tey! Que bueno que nos reveles este espacio, utopico para nosotros, real y fertíl para ti, es tu refugio, el lugar en donde descansa y se repara el alma. Un bosque helado da la oportunidad de imaginar, pero tu lo elevas a la (N potencia) que buen sitio has construido con ahinco.
ResponderEliminarFelicidades amigo de letras!!
Hay bosques que nadie puede transitar
ResponderEliminarcuando nos plegamos a sus sombras y nos susurramos nuestros miedos y esos silencios que nos gritan con sus ramas abiertas donde
descansar de algún letargo.
Por suerte, siempre se acerca alguna brisa de esas, suave, en la que abrigarnos.
Besos, Téyalmendras.