Te percibo delicada
atenuada por el tiempo
tan frágil como una hoja
atrapada por el viento.
El cariño en la mirada
desprendida con los besos
las caricias entregadas
los instantes hechos verso.
Con tus ojos te ilusionas
secuencias generaciones
savia nueva suscitada
gravitando en tu universo.
Eres madre de mi madre
la semilla de un momento
eres parte de mi vida
un astro en mi firmamento.
Cuidala. Es algo de lo que yo nunca he podido disfrutar como se debe.
ResponderEliminarSaludos.
Soy Maribel,es un poema precioso, sobre todo el final, supongo que es cierto que tu abuela forma parte de tu vida, yo no he conocido a una persona tan entregada como ella, es generosa y a pesar de la fragilidad de su vejez, es fuerte y alegre.
ResponderEliminarTu abuela, mi madre es así.
Un besazo