Son insolventes mis manos
en la suavidad de tus pechos,
palpitan inocentes en cada caricia
y abrumadas se esconden…
Tanto tiempo deseándote,
tras la estela de un encuentro…
y ahora me disipo temeroso
en la brisa grácil sobre la arena.
La timidez me devora
en la fragua de tu cuerpo,
me asombras…
son dadivas tus encantos,
absoluta belleza.
Humedad fría que empapa el dorso
absorbe un escalofrió,
dudas de principiante…
tu cuerpo aguarda y palpita
tras la brisa del sexo,
poros abiertos de par en par.
Mi deseo vela encendido…
armo de valor un gesto
y me abandono deslumbrado
en la mágica luz de tu abrazo.
Hermoso y breve instante de deseo... abrazo.
ResponderEliminarExcelente escrito
ResponderEliminarDa gusto leerlo
Un abrazo ;)
Ufff, que delicadeza para describir la fuerza del momento, la timidez por el deseo, la dulzura del encuentro donde se comparten los cuerpos... donde el amor manda y se funde en un abrazo...sin dejar espacio a la timidez ni el miedo...
ResponderEliminarVoy a releerlo... me ha gustado muchisimo.
Un abrazo.
hola como estas? pasaba saludándote vi que escuchas a Marwan..
ResponderEliminarsaludos..
Tu poesía tiene la misma melodía que el mar en calma y envuelve con su brisa. Me encantó.
ResponderEliminarMil sonrisas
Delicado, sutil, un encuentro tan deseado, provoca sensaciones de solo pensarlo.
ResponderEliminarMe encantó!
Besos y abrazos poeta.
Diana