En los pasajes de la duda
tropiezo con seres cavernarios,
eruditos en el resentimiento...
hambrientos de engaño.
Ocultos en las esquinas
aguardan impacientes,
salivan agazapándose sobre
el sonido de mis pasos,
excitados… sonríen.
Recurrentes diabluras
atenazan mi trayectoria,
personajes tóxicos
al acecho del destino…
indeseables engendros.
El laberinto de la vida
oculta sus sorpresas,
mil encrucijadas violentas,
cambios de compas
e inoportunidades.
La suerte decide parcial
cada encuentro,
cada compañía,
el devenir de cada uno de los días,
y yo… siempre tropiezo
con los mismos
seres cavernarios.
Uhh..
ResponderEliminarNo me gustaria tropezarme con ellos.
ResponderEliminarUn besico
Duda, resentimiento y engaño... hmmm mala convinación.
ResponderEliminarNo dejes de mirar por donde pisas, no les des tregua... los seres cavernarios que todos tenemos los podemos controlar...
Solo hay que tener cuidado, de no tropezar..
Un abrazo.
Todos los dias me cruzo con ellos en las calles, en el trabajo, en el cine. Mejor dejarlos d lado.
ResponderEliminarUna entrada de miedo.