Muéstrate,
tu voz es palabra cruda
revestida de una férrea coraza,
áspero sentimiento velado…
aire oculto tras el rumor ciego
de la impotencia.
Exprésate, destrenza la celosía
ofreciéndote como eres,
necesito tantear tu alma…
probar el gusto amargo
de la pálida piel que te recorre.
Ignoro la torpeza
que te asiste en la mirada,
oportunidad hueca…
impactos, pedazos rotos
en abismales negaciones…
eres terquedad indómita.
Atrapa mi mano y deponte…
déjate guiar por mis estancias,
escucha el amor contenido
su eco y…
asume la generosa realidad
aun extraña para ti…
Permaneces escondida…
aguardas el matemático instante
donde todo mude,
solo entonces…
las palabras de tu boca
dejaran de pronunciarse heridas.
Muéstrate. Deja de esconder lo que puede salvarte la vida. Danos más de ti, esperamos ansiosos tu desnudo.
ResponderEliminarMe encanta!
Pensamientos traducidos en hermosas palabras de ofrecimiento y deseos.
ResponderEliminarHermoso, simplemente hermoso.
Saludos.
P/D: al fin me deja comentar...
Difícil mostrarse a veces... Hermoso, Víctor.
ResponderEliminar:* Me encantó!
ResponderEliminarHermosa manera de expresar la petición "muéstrate"...Comparto la opinión de Cristina...A veces no nos queda otra que quedarnos en el escondite.
ResponderEliminarSaludos.
Me quedo por aqui para seguir tus actualizaciones
Saludos
"Eres terquedad indómita" ........Prometo aplicar esa definición en el futuro. Un abrazo, compañero
ResponderEliminarMuéstrate Uhmmmm NO!!!
ResponderEliminartantear el alma ( yo también quiero )
es mejor esconderse y que alguién te encuentre... hermoso Victor?, un saludo.
Esconderse duele más que enfrentarse al dolor. ¡Que se muestre!
ResponderEliminarUn abrazo.
Necesito mostrarme y agradeceros todos estos comentarios que tanto me aportan...
ResponderEliminarGracias a tod@s