Llueve polvo en la mirada
temblorosa del sediento,
apuesta de perdedores
pasaporte de lo incierto.
Piel mojada por mareas
Torpe travesía bajo el cielo,
riesgo… laberinto al horizonte,
ventura del desconsuelo.
Extenso bagaje al hombro
sin retorno… con mil dudas,
en la costa ellos esperan
acechando la cordura.
Navegantes sin mas vuelta
que el rumbo a la decencia,
de frente rompen las olas
despertando su violencia.
Esta muerte es enemigo
de quien aprecia su vida,
no deseas mas tormentos
solo el sueño de la huida.
Buscando, a través de "la mar", empezar de nuevo.
ResponderEliminarPrimero habrá que llegar a la orilla y secar los pies con la arena. Luego, Dios dirá.
Me encantó.
Dios hiso la tierra el hombre las fronteras, la xenofobia acabara lentamente con la humanidad.
ResponderEliminarUn saludo.