Te deslizas descalza
desenfocada en el pasillo,
sin ruido… buceas por vías lácteas
en el tierno espesor de nuestra alfombra.
Caen de golpe tus zapatos…
los recoges torpe,
tanteas a oscuras entre espesas sombras.
Ingrávida, buscas alinearte con los astros
orbitas escorada y te cambias de ropa...
mudas lenta tu piel usada.
El sol entra por la ventana… y recita luz,
narra como te engatuso la noche,
su magia, su ruido, sus disparates.
Tu ropa arrugada salpica el suelo
aquí… allá…
caminas desnuda
el agua fría moja tu nuca, apartas el pelo…
mácula triste de rímel resbala.
Capsulas de milagroso paracetamol
con zumo frio de pomelo.
Es muy pronto y… llegas tan tarde,
turbada te entregas al sueño,
retornan ecos de ambientes cargados
recuerdos de estrechos bares…
Yo intranquilo… simulo dormir,
tu esperas confundida que todo esto pase.
Compañero, la intranquilidad no es buena compañera de viaje.
ResponderEliminarBuenas noches, un abrazo.
Que mala resulta la espera...
ResponderEliminarSuerte que esa sensación pasa... un abrazo
ResponderEliminarEl mundo esta lleno de sensaciones, pero es extraño... cuando estas solo y de noche, estas crecen multiplicandose por mil.
ResponderEliminarSaludos y gracias escribir...