Un día tras otro camino por esta vida extraña, ambigua.
Intento adentrarme en el convencimiento de controlar mis pasos… de llevar este rumbo firme hacia mañana, hasta la meta deseada.
Todo puede desmoronarse de improvisto por cualquier capricho del destino, por lo banal, lo cotidiano, lo que escapa cada día de las manos.
Sigo por la estrecha senda sin estrella, descalzo sobre la hierba… comprendiendo con asombro que no puedo trazar sus líneas, ni sus curvas, ya están dispuestas.
Poco depende de mí, manda el destino… yo solo me dejo llevar.
He de amoldarme y disfrutar del viaje… de su soledad, su compañía, la fría lluvia, el hospedaje, de los largos días… sus maravillosos parajes.
Intentare seguir saboreando las pequeñas cosas triviales disfrazadas de normalidad, seguir agradecido disfrutando de ti.
A veces el destino lo marcamos nosotros. Otras veces el camino, irremediablemente, viene definido. Aceptemos lo que, por naturaleza, se nos impone e intentemos modificar conductas que conlleven sobrellevar la vida, con la calidad y disfrute que merecemos.
ResponderEliminarUn saludo. ¡Me encanta lo que escribes..!
Pásate por;
Hoy es el día del que te hable | http://eldiaquetehable.blogspot.com
hablé con tilde en la é. ;)
ResponderEliminarGracias por tu visita Bobby, sigo tus entradas a menudo... ah y no me olvidare de tu tilde...
ResponderEliminar;)Saludos
Ya que visitaste mi blog, te devuelvo la visita.
ResponderEliminarMe gustaron tus entredas. :)
Es facil vivir, pero no saber disfrutar de la vida, la vida es compleja y habeces difusa.
ResponderEliminarUn saludo.
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