Somos libélulas de cristal
completándose en los sueños,
agitadas en tormentas
que despiertan si te pierdo.
…y esta vida se presta rota
a retar mi insensatez,
traza cruces en caminos
y versos sobre tu piel.
Charcos de piedra te reflejan,
postergan siglos el fundirse…
mostrándote tras los espejos
que resuelven confundirme.
Somos libélulas de cristal
cien mil metros de raíces,
vinculadas bajo un mundo
que no siente lo que hoy vive.
… pulsiones, briznas de ti
suspendidas en el aire,
inundan lo que respiro…
abrigando cada instante.
Planeamos, volamos juntas
sin quebrarnos los cristales
resistiendo la distancia
condenadas… sin tocarse.
Juegan libres nuestras sombras
en caricias malabares,
imaginan que se aman
sin negar sus voluntades.
Mueve junto a mí tus alas
entre el valle de los sueños,
impregnando cada día
tu fulgor sobre mi cuerpo.
Siempre me han fascinado la libélulas :)
ResponderEliminarDe hecho muchas veces aparecen en mis ilustraciones.
precioso poema, me encanta como escribes. Deberías intentar publicar algo.
ResponderEliminarUn beso muy muy grande de tu tía
Un baile magnífico este de tus libélulas... Desde las raices que se forman bajo el suelo con las sombras,expandiéndose sin freno... protegidas en un mundo donde nada prohibe su vuelo...
ResponderEliminarA pesar de la fragilidad del cristal, me da que estas libélulas no se rompen facilmente...tienen una voluntad ferréa para planear sobre sus aires... dejando las huellas una a la otra para permanecer por siglos imperturbables...
Metáforas elegantes y tan bien hiladas... como no puede ser de otro modo...
La imagen exquisita,otra metáfora por sí sola...(sin más comentarios...) :)
Besitos mediterráneos.
No puedo estar mas de acuerdo con la persona anterior.
ResponderEliminarPrecioso, lleno de bonitas metáforas.Enhorabuena.Besitos.
ResponderEliminarA medio camino entre la quietud y la tormenta, entre la ciénaga de una charca y la húmeda penumbra del bosque, las libélulas urden vuestros deseos con los surcos invisibles de sus élitros en el aire. Almas fugitivas de dragones extinguidos, cuerpos truncados de mariposas; ellas conocen los designios de la distancia, los signos con los que escribirán vuestro nombre.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
Chuff!!
Una danza de amor. Me encanto Un abrazo
ResponderEliminarExquisito poema! Me ha encantado!
ResponderEliminarReciba mis saludos de agua...
Ternura y belleza en tu poema...me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo
ainsssss. he quedado encantada con tu página, con tus letras... con todo...
ResponderEliminarHermoso =)
Besitos y feliz semana
¡Olé, mi poeta! :D
ResponderEliminarHoy mis alas yacen en tus dulces versos, se abandonan y caen como plumas en tu silencio.
ResponderEliminarPrecioso poema, Teyal...fascinante.
Besitos y abrazos alados!!!
Bellísimo poema, Tey; adoro las libélulas, y ahora, aún más.
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