La vida rueda sin descanso, el trabajo y el ritmo impuesto dejan pocos momentos para tomarse un téyalmendras. Este rato es el único para relajarme, para disfrutar del mundo y de la vida. Con la cabeza apartada de lo banal, del paso vital y el juicio del tiempo. Abstraído de todo… justo en este momento comprendo lo que soy, lo poco que importa lo que hace un rato tanto me preocupaba… Teyalmendras es la bitácora donde caben mis pensamientos; recogidos, alejados de la normalidad y la rutina…



martes, 28 de junio de 2011

inDecisión



Levantó la mano convencida y solo entonces comprendí que ya no volvería a verla jamás.
Dos años, setecientos treinta días que aguardaban nerviosos sobre los raíles del tren… ella sonreía triste tras el cristal.
¿Era realmente tan arriesgada mi decisión…?.
Fue necesario perderla así, de golpe, para apreciar en su justa medida cuanto la necesitaba.
A partir de aquel viaje nunca volvió a ser lo mismo, yo a la sazón no había sospechado absolutamente nada de lo que ocurriría mas tarde.

sábado, 25 de junio de 2011

Tras la esfera



Tras la esfera del reloj
se despliegan tus ausencias,
horas muertas en mi mano
aventadas si despiertas.

Distingo el vértigo temporal,
el abrazo de tus sueños…

Arden espacios de olvido,
 mil semillas de tristeza,
tu aferrada al otro lado
y yo perdiendo la cabeza.

Desaparezco perplejo
en lo eterno,
reflejado tras la puerta,
en espejos de otras vidas
que tu rompes con violencia.

Traes  tu viaje en el tiempo
entre  líneas paralelas…

Confundido en las agujas
me trastorno con sus giros,
afilado el segundero
marca a hierro mi destino.

Vuelve niña al otro lado
del reloj y de la esfera,
para el tiempo con un beso
y el dolor de quien te espera.

miércoles, 22 de junio de 2011

Ciudad vacía



Me entrego y duermo,
sueño en la ciudad vacía,
semidesnuda…
aquí, el tiempo desfila sin futuro.

El silencio vaga abatido
por los quebrados ventanales,
mientras…
callan pretéritas las construcciones
desconchadas y grises.

Recelo en la calle desierta…
formas ocultas trafican
moralejas
y husmean obscenas
mis pensamientos confusos.

Bajo los pies llagados
se derrite tibio el asfalto…
densidad viscosa me prende,
en su voraz sombra de urbe.

Pataleo descontrolado, grito…

Advierto miradas distantes
que acuden agudas desde la nada,
susurrando…
 se clavan y amenazan,
supuran su infecta venganza.

Dentro,
retumba un presentimiento…
vuelvo sobre mi espalda
y corro ansioso...
oprimido mi corazón
 se rasga...
suplicando a gritos la luz
del dia.

sábado, 18 de junio de 2011

Tus zapatos olvidados


Tus zapatos en el pasillo pronuncian tu ausencia, describen el hueco vacio que dejaste al marchar.
Gerberas sobre el suelo, pétalos humillados… esparcidos en la deuda del tiempo arrastran su amargura.
El recuerdo acosa y las paredes tristes añoran tu figura desnuda, soberbia… desapareces sin aviso, sin más indicación.
Redimo lejanas imágenes que prenden tu esencia acometiendo punzantes los recuerdos… mas tarde, embriagado de nostalgia, volveré a llorar por ti… por tus zapatos olvidados al final del pasillo.

miércoles, 15 de junio de 2011

Tímido instante



Son insolventes mis manos
en la suavidad de tus pechos,
palpitan inocentes en cada caricia
y abrumadas se esconden…

Tanto tiempo deseándote,
tras la estela de un encuentro…
y ahora me disipo temeroso
en la brisa grácil sobre la arena.

La timidez me devora
en la fragua de tu cuerpo,
me asombras…
son dadivas tus encantos,
absoluta belleza.

Humedad fría que empapa el dorso
absorbe un escalofrió,
dudas de principiante…
tu cuerpo aguarda y palpita
tras la brisa del sexo,
poros abiertos de par en par.


Mi deseo vela encendido…
armo de valor un gesto
y me abandono deslumbrado
en la mágica luz de tu abrazo.

lunes, 13 de junio de 2011

Seres cavernarios



En los pasajes de la duda
tropiezo con seres cavernarios,
eruditos en el resentimiento...
hambrientos de engaño.

Ocultos en las esquinas
aguardan impacientes,
salivan agazapándose sobre
el sonido de mis pasos,
 excitados… sonríen.

Recurrentes diabluras
atenazan mi trayectoria,
personajes tóxicos
al acecho del destino…
indeseables engendros.

El laberinto de la vida
oculta sus sorpresas,
mil encrucijadas violentas,
cambios de compas
e inoportunidades.

La suerte decide parcial
 cada encuentro,
cada compañía,
el devenir de cada uno de los días,
y  yo… siempre tropiezo
con los mismos
seres cavernarios.

sábado, 11 de junio de 2011

Un mechón tuyo...



Entre las hojas de un libro
tu pelo…
eres emotiva alegoría,
delicado amuleto…
 tú, trenzada a tu cabello.

Eco espontaneo de un tiempo
quebrado e inconexo,
 un ciclo sellado…
escondido tras los años extensos.

Arraigan los aromas
que tu evocas sin quererlo,
envuelves mi cabeza
recurres…
insistes inconsciente.

Entre las hojas de un libro
tu pelo…
tu cuerpo,
cuerpo que enmudece
y añora aquellos besos.

Sigues presente en mi,
en el pelo entre mis dedos…
talismán de sueños
como sed trabada en tu cabello.

Prendida entre las paginas
te retengo celoso,
ávido de tu rastro,
de aquellos reflejos de otro tiempo.

martes, 7 de junio de 2011

Muéstrate


Muéstrate,
tu voz es palabra cruda
revestida de una férrea coraza,
áspero sentimiento velado…
aire oculto tras el rumor ciego
de la impotencia.

Exprésate, destrenza la celosía
ofreciéndote como eres,
necesito tantear tu alma…
probar el gusto amargo
de la pálida piel que te recorre.

Ignoro la torpeza
que te asiste en la mirada,
oportunidad hueca…
impactos, pedazos rotos
en abismales negaciones…
eres terquedad indómita.

Atrapa mi mano y deponte…
déjate guiar por mis estancias,
escucha el amor contenido
su eco  y…
asume la generosa realidad
aun extraña para ti…

Permaneces escondida…
aguardas el matemático instante
donde todo mude,
solo entonces…
las palabras de tu boca
dejaran de pronunciarse heridas.

sábado, 4 de junio de 2011

Descabezado


 
Huyo descabezado
por el vientre de las calles,
irrumpo en su mentira
amputando conciencias estériles
que maman ansiosas
la ira urbana.

Esta madrugada es capricho,
es ponzoña eyecta
en los pechos blancos
de mil vidas infectadas,
etílicas y agónicas.

Son las farolas siempre tenues,
que disfrutan secuestrando
la urgencia erótica de los colores,
abrigan el sexo dulce y sucio
tras sus sombras picaras.

Salgo a desabrochar
el agobio, las fantasías,
los recurrentes complejos,
humedecer de droga mis raíces
y florecer…
desplegándome al cielo.

Ansío tenaz el punto cumbre,
la expansión necesaria,
para achicar mis instintos
de fría gárgola…
ser penetración rabiosa,
grito erizado al vacio.

Hoy salgo desbocado a quemar
las ramas muertas de mi poda,
a alimentar la infinidad
de profundos deseos clandestinos.